El ser Músico Antes y Hoy
Los caminos que conducen al estrellato y la fama en la música han variado enormemente con el paso de los años así como también la valía de los artistas que obtenemos como resultado de estos cambios.
Viajemos hacia la maravillosa época de los 50s o 60s, donde el concepto de “rockstar” ni siquiera existía y aquel caricaturesco modelo de vida llena de sexo, drogas y rock and roll que hoy todos conocemos estaba aún en pañales. No había tantos referentes pasados ni leyendas o mitos de veteranas estrellas derramando pecado, placer y gloria a lo largo de sus desenfrenadas vidas. Esto, en mi opinión, era bueno, claro que sí. Al no haber estos modelos en las mentes, uno no se metía a la música por los excesos y el placer, sino que más bien llegabas a la música porque tu cuerpo te lo pedía o simplemente porque no sabías hacer otra cosa en este mundo más que tocar una guitarra y cantar. Eso hacía que toda esa camada de músicos de antaño fueran muy sinceros, honestos y comprometidos con una verdad que les dictaba su propia naturaleza.
Hoy en día, las cosas han cambiado mucho. Desde siempre nos vemos bombardeados por la imagen de la estrella de rock gozando de una vida que parece fácil, divertida, exitosa y placentera. Esa visión nos hace añorar esta vida, la soñamos y hasta a veces decidimos perseguirla, incluso cuando de repente no tenemos ni las aptitudes ni el talento para crear música. Y ahí empiezan los problemas. Esto da como resultado gente equivocada y engañada que persiste en una vocación que no es la suya, o también genera pseudoartistas cuyo producto no pasará a la historia.